miércoles, 4 de noviembre de 2009

El caso Malpartida/ C. Hildebrandt

Estimados:
Ahí va el articulo que Cesar H. publica en el diario la Primera. Con sus
excesos y veleidades no deja de ser provocador y autónomo el pensamiento de
Cesar H. en nuestro país, en el que, sin duda, la mayoría de periodistas
escriben según los intereses de los dueños de los medios, quienes a su vez
escriben en función de los negocios de sus clientes que suelen ser políticos
y grupos de poder. En este artículo se abordan temas clave como la forma
como la derecha usa campañas mediáticas para atacar a sus opositores usando
el cuco de SL. Hace poco el diario Correo de Aldo M. publico la noticia que
Elena Iparraguirre (la pareja de Abimael Guzman y # 2 de SL ) veía la
posibilidad de hacer una alianza con Marco Arana de Tierra y Libertad.
Como señala Hildebrandt, : "La apuesta es alta: si se logra meter en la
cabeza de buena parte del electorado la idea de que Sendero ha infiltrado al
humalismo ( yo agregaría a los grupos de izquierda y organizaciones
populares) , la derecha se habrá librado de su más serio enemigo y podrá
dedicarse a uniformar y pasteurizar el resto de la campaña electoral. Porque
aquí de lo que se trata es de que ningún candidato cuestione "el sistema",
esa cuchipanda de sacro mercado, cholo barato, prensa alquilada y
reprimarización total de la economía. Ese escenario, que algunos llaman "el
modelo", no puede desmontarse. Puede cambiar el elenco, puede el director
ser sustituido, pueden las candilejas encenderse con otros colores, pero lo
que no puede cambiar es la obra ni el teatro ni la tramoya."

Esta es la derecha que tenemos en el país. Una derecha social, económica y
cultural que defenderá por todos los medios sus privilegios y su "modelo"
que como Hildebrandt apunta es mucho más que la reprimarización de la
economía. El modelo es una combinación de autoritarismo, manipulación
mediática a gran escala, corrupción, criminalización de la protesta social,
estimulo al consumismo compulsivo, racismo, centralismo, economicismo,
explotación de los trabajadores, etc.

En este sentido, es fundamental enfrentar a la derecha democráticamente,
evitando caer en la violencia, el autoritarismo y la manipulación que ella
aplica. No obstante, hay que enfrentarla claramente. En esa tarea se
requiere de la más amplia unidad de los sujetos populares alrededor de
practicas alternativas. No se trata solo de propuestas, porque estas aunque
insuficientes, existen, sino también y quizás principalmente de experiencias
concretas de construcción de modos de vida alternos al "modelo".

Abrazos
Juan Carlos Giles


César Hildebrandt
Columnista
Lima, 03 de Noviembre del 2009

El caso Malpartida

El Perú en el que Sendero juntaba la pólvora de las minas y la hacía
reventar en coches o sobre cadáveres, no era precisamente un país que
Montesquieu hubiese saludado como ejemplo.

No era un país: era la anarquía que aspiraba llegar al terror, era el terror
que quería la anarquía. Era una hemorragia y una sucesión de difuntos.

Y en ese país espantoso, muchos sobrevivieron fingiendo que acataban las
órdenes de la mula, doblemente estéril, del senderismo. La otra alternativa
era oponerse y morir. O colaborar con el enemigo y morir con un letrero de
soplón sobre el pecho.

Ese fue el caso, según todos los datos que se pueden tener a la mano, de la
parlamentaria andina Elsa Malpartida.

¿Tiene algún sentido sacar de las vejeces judiciales este asunto?

Sólo lo tendría si se demostrara que la Malpartida ha vuelto a "obedecer" a
lo que queda de Sendero -ese muñón llamado Camarada José, maoísta que no
terminó de leer "Coquito"-.

O si se pudiera probar que la Malpartida, al simular que acataba a las
hordas senderistas, participó en algún homicidio o en algún atentado.

Si nada de eso se puede ni decir ni comprobar, la única razón para sacar de
las secretarías este asunto es continuar con la evidente campaña que, desde
diversos sectores, se ha emprendido en contra del Partido Nacionalista.

Quien escribe esta columna ha criticado muchas veces a Ollanta Humala. Y lo
seguirá haciendo, a pesar de las rabietas de sus íntimos y de sus percebes.

Pero esa independencia me da cierta autoridad como para decir que, en el
caso de Elsa Malpartida, el huaqueo periodístico en cuestión parece proceder
del Apra y de los servicios de inteligencia cercanos a cierta
vicepresidencia.

La apuesta es alta: si se logra meter en la cabeza de buena parte del
electorado la idea de que Sendero ha infiltrado al humalismo, la derecha se
habrá librado de su más serio enemigo y podrá dedicarse a uniformar y
pasteurizar el resto de la campaña electoral.

Porque aquí de lo que se trata es de que ningún candidato cuestione "el
sistema", esa cuchipanda de sacro mercado, cholo barato, prensa alquilada y
reprimarización total de la economía.

Ese escenario, que algunos llaman "el modelo", no puede desmontarse. Puede
cambiar el elenco, puede el director ser sustituido, pueden las candilejas
encenderse con otros colores, pero lo que no puede cambiar es la obra ni el
teatro ni la tramoya.

Y en ese sentido, sólo Humala es, por ahora, la nube gris que nubla su
camino. Y a Humala hay que darle duro y como sea, como en el 2006.

El problema es que este Thriller selvático se presenta justo en el momento
en que Canáan está en Lima, los petroaudios amenazan y las revelaciones
sobre el maridaje García-BusinessTrack tienen muy nervioso al califato
entero de Alí Babá Kurí.

O sea que estamos ante una descarada bomba de humo.

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