domingo, 26 de junio de 2011

Euskadi: la lucha de un pueblo. El país vasco visto por un peruano

Por: Álvaro Campana Ocampo

¿Qué sabe un peruano sobre el País Vasco? Posiblemente muy poco, casi nada, los más informados seguramente habrán visto u oído por noticias que en algún momento era una fuente de violencia en el Estado Español a través de ETA, un “grupo terrorista” que busca la independencia a través de la “lucha armada” reducida en sus últimas décadas de existencia a poner bombas y matar a algunos representantes del Estado Español.

Por mi parte, he ido haciéndome una idea todavía bastante superficial, aunque nunca sin dejar de ser atraído por su singular cultura y su lengua que parece no tener raíces en el latín, por su nacionalismo especialmente del mezclado con el izquierdismo, por su hermosa bandera, por su obcecada insistencia en la independencia.

Ahora que estoy en las Europas, sin embargo, he podido conocer un poquito más, in situ, de este pueblo y su lucha. Habitando en otro Estado que no es el español, conociendo a amigos vascos que no parecen tener especial predilección por la política, pero que en medio de unas cervezas me dicen que es casi imposible no saber algo de política en su tierra, me dicen que en el Estado español no es capaz de comprender que ellos son y se sienten distintos.

Me cuentan cómo miles de jóvenes son partícipes de una cultura juvenil que reivindica, además de la lucha contra toda forma de opresión, una identidad que se hace muy fuerte ante el desprecio o el miedo de los españoles cuando ellos van más allá de las fronteras de lo que consideran un país diferente al español. Una larga historia de centros sociales, mucho rock e incluso un gusto particular por Mikel Laboa, un antiguo músico que le canta con música bastante tradicional a la libertad y que expresa lo que los viejos y ahora los más jóvenes sienten por su patria.

Haciendo una primera vez un viaje, pues da la casualidad que tengo una pariente que se ha casado con un vasco y que va a tener a su segundo hijo vasco peruano, conozco esta misteriosa tierra. Es una tierra hermosa, llena de montañas muy verdes y abundantes bosques, y de una hermosa zona costera. Paso a paso escucho como los padres le hablan a sus hijos e hijas en esta su tan extraña lengua. Me entero además que cada mes, hay manifestaciones en la mayoría de pueblos y ciudades pidiendo la libertad o el traslado de sus presos políticos (vinculados según las autoridades del Estado Español a ETA) al País Vasco. Me cuentan que hay más de 800 presos políticos que están desperdigados y muy lejos, como una forma de propinarle el castigo no sólo a los sancionados por la ley, sino también a sus familias.

Mis familiares, ahora vasco peruanos, me hacen saber de sus esfuerzos porque sus hijos sepan quiénes son, de dónde vienen, qué sepan la historia y que sean capaces de conocer de las lenguas de sus antepasados. No sólo como medios que permiten la comunicación, sino como maravillosas y particulares herramientas que expresan la relación de estos pueblos con el mundo, llenas de saberes y miradas que hacen parte de la riqueza de la humanidad. Gramsci decía que cuando las lenguas desaparecen, con ellas se pierden ricas y particulares “concepciones del mundo”. Pero, por supuesto, el asunto no es fácil: despreciadas o asediadas por las culturas hegemónicas, el quechua y el euskera luchan por su existencia.

Por cosas del azar, ahora tengo una segunda oportunidad de viajar al País Vasco. Invitado por un amigo que hace muchos años visita Nuestra América con su entusiasmo por la educación popular y la democracia participativa, me es posible ser en alguna medida testigo de un momento importante: Mientras en el resto del estado español ha ganado la derecha por “outside” y se produce la revuelta ciudadana de los indignados,“Bildu” (Reunirse en castellano), una organización de la Izquierda Arbertzale o izquierda Nacionalista Vasca, le ha dado un tremendo golpe a los partidos –cada vez más parecidos- que gobiernan el Estado Español (El PP y el PSOE o el PPOE para abreviar pues no son tan diferentes): es la primera fuerza política del país Vasco en las elecciones locales, y se ha hecho de un gran número de alcaldías.

Esto que en democracia no tendría porque sorprendernos, es un decir por supuesto, tiene sin embargo aspectos que nos pueden ayudar a comprender qué es lo que pasa por estos lares. “Bildu” es uno más de los intentos de participación de la Izquierda Nacionalista. Varias de sus expresiones políticas han sido ilegalizadas impidiéndoles participar en las elecciones. “Bildu” pudo inscribirse a último momento y casi corre la misma suerte de las demás organizaciones que para ser ilegalizadas son acusadas de no rechazar a ETA y exigir que se desmovilice. Es importante saber, como nota al margen, que ETA ha declarado que la “lucha armada” poco más y ha dejado de tener sentido.

“Bildu”, que ha arrasado en muchos lugares del País Vasco y que es una confluencia de diversas agrupaciones, ha afirmado que deplora todo tipo de violencia, pero eso no basta para los órganos competentes españoles. De hecho ha sido un gran esfuerzo poder conformar listas de candidatos a las legislaturas municipales ya que más de 40000 personas tienen imposibilitado participar y ejercer sus derechos políticos por estar contaminados o contaminar dichas listas, situación generada automáticamente por haber pertenecido a la ya numerosa lista de organizaciones políticas ilegalizadas. Ante ello miles de candidatas y candidatos muy jóvenes algunos, y otros que nunca habían pensado siquiera participar en política, ya no tan jóvenes, ha debido tomar la posta sin tener mayor experiencia. Y aún más, ahora deben afrontar el reto de gobernar desde el espacio institucional ante la masiva votación lograda.

Esta vez, además, tengo la oportunidad de asistir en un pueblo cercano, a la elección del alcalde en la legislatura. Es un sistema electoral diferente al peruano por cierto. Pero en este caso ya se sabe quien será elegida: una muchacha muy joven, maestra de escuela, muy lejos de la actitud formal que se supone debe caracterizar a los funcionarios, será alcaldesa. La ansiedad y la ilusión desbordan a estos jóvenes que tienen al frente a opositores que les doblan la edad. Es muy extraña la manera de acabar con la amenaza de la izquierda nacionalista que tiene el Estado español que comprueba que este pueblo parece tener una cantera infinita que sueña con la independencia.

Finalmente, conozco a una persona algo mayor que sale contenta de la reunión y a la que me presentan. Sin embargo, esta alegría se transforma brevemente en pesar y hasta casi llanto cuando me comenta que su hija, muy joven también ella, ha sido detenida y obligada a confesar bajo torturas que ha llevado de un punto a otro a alguien supuestamente vinculado a ETA. En este pueblo hace no mucho dos jóvenes regresaron al pueblo, pero como para escarmentar a los demás atrapan a otro. El pesar de los familiares se multiplica pues deben viajar varias horas para ver a su hija sólo unos minutos.

Ya saliendo del pueblo, debemos hacer algunas compras para pasar el fin de semana, y nos encontramos con que hay un retén policial, en el que los efectivos tienen armas de guerra. Todo este clima me hace recordar el clima de guerra que se vivía en Perú hace muchos años en lo que la intervención de las fuerzas del orden, o las subversivas eran motivos de terror para cualquiera.

El programa de “Bildu” tiene entre uno de sus principales ejes la implementación de la democracia participativa en todas las gestiones que ha asumido, además del reto de lograr una gestión eficaz de los servicios y políticas públicas, pero sobre todo seguir avanzando en la lucha por la independencia desde lo institucional y social bajo la sombre de ETA y el Estado español. En lo particular estoy totalmente en desacuerdo con la dinámica violentista de ETA que es un problema más que una solución frente al “conflicto vasco”, y también convencido que la izquierda Arbertzale es muy múltiple y tiene diversas posturas no sólo frente a ETA sino al cómo de la independencia.

Pero me queda claro también, que el Estado español si sigue como va terminará criminalizando al pueblo vasco entero y constituyendo una ciudadanía de segunda categoría o privando de derechos humanos a la mayoría de la población, porque a estas alturas es evidente que el pueblo vasco seguirá luchando por su identidad y su soberanía. Y, felizmente, lo hace ahora mayoritariamente bajo banderas muy preciadas: la democracia participativa, la apuesta por la interculturalidad frente a los inmigrantes, las reivindicaciones de género y feministas y un generoso internacionalismo, además de la luchar por la defensa de los derechos sociales adquiridos frente a las persistentes embestidas neoliberales.

Ikurriña. La bandera Vasca



Canción de Mikel Laboa


Video de campaña de Biludu en el que participan diversos artistas que muestran su apoyo al frente político de la Izquierda nacionalista

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