sábado, 18 de agosto de 2007

EL TERREMOTO Y LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO

Qué fácil sería el simple "cierrafilas" en este momento y sentirnos buenos porque vamos a donar una u otra cosa, y porque en las adversidades todos parecen unirse: los políticos coimeros y neoliberales que se lo dejaron todo al libre mercado que ahora legitima a que los de Soyuz hayan subido de 10 a 35 soles el pasaje a Ica por lo del terremoto. A la telefónica y a Frecuencia Latina, que se sirvieron del Estado y de la plata de todos los peruanos. Del bueno de Alan, que anda preocupado por los damnificados y cuyo ineficaz gobierno es incapaz de resolver las urgencias de la gente, y aceptar -como el dice- que los que reclaman o los que hartos de que no llegue nada tras 48 horas del desastre decidan tomar las mercancías de la sacrosanta propiedad privada, son gente que quiere fregar, un poco mas y comunistas y chavistas.

Pero, nos es difícil. En estas horas de angustia para tantos peruanos, indefensos moralmente, economicamente, socialmente, culturalmente, es difícil no ponernos a pensar que los pobres serán los mas jodidos en una región que se jacta de ser casi un modelo de la agroexportación y de lo que podría traer el TLC. Que este estado se cae como el helicóptero en Ica porque sólo se ha dedicado a garantizar el monopolio de la Telefónica que se dedicó a ganar mucha plata y fue incapaz de dotarnos de un verdadero sistema de comunicación. Que el pueblo ahora está en tal grado de indefensión porque se creyó el cuento del cínico y perverso individualismo y ha perdido su capacidad de organización y se entrega a la desesperación. Qué ausencia de lideres, de hombres y mujeres que se pongan al hombro la tarea de rescatar a los muertos a los heridos y a la esperanza.

Esta es una estampa que se asemeja a la que podríamos imaginarnos cuando el Perú fue destruido por la oligarquía chilena en la guerra del Pacífico: devastación y miseria, en la que se confunde moral con caridad y unión con el ocultamiento del rabo de paja se tantos mediocres dirigentes. El abismo entre pobres y ricos que siempre hunde mas a los primeros. En fin, seguramente los medios y su espectáculo nos esconderán una vez más que aún está pendiente la tarea de hacer un Perú para todos y que este Estado, el mercado y el individualismo no resolverán los problemas que agobian a la gran mayoría de peruano y los condena a una sub vida.

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