Amigos y amigas todas:
Si de algo me siento responsable en mi vida, y creo hice seriamente, es luchar contra la dictadura fijimorista. Y me preocupa lo poco que hemos ganado con ello, pues dificilmente podemos decir que esto es una democracia cuando se dan leyes para criminalizar la protesta social y se usan los grandes medios de comunicación (cosa que no me sorprende pues en este país no hay un uso democrático de los medios masivos de comunicación) para crear cortinas de humo y lanzar fáciles acusaciones cuando alguien tiene una opinión diferente.
No con sorpresa, pero si con indignación, me enteré que la semana pasada, en esos pasquines llamados Correo y La Razón -caja de resonancia del Fujimorismo en pleno juicio al dictador- se había publicado una nota sobre los vínculos en el país entre el Chavismo, ex presos del MRTA, y como en una bolsa a una serie de personas y organizaciones que hacen propaganda ideológica chavista en el país. Se hablaba de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) por un lado, de los Círculos Bolivarianos, y en otro recuadro se hablaba sobre las Casas del Alba que un congresista nacionalista defendía, y como confundiéndolas a una serie de personas en la lista de los Directivos de la CCB en cuyos cargos representativos están ex presos del MRTA. Osea, lo que daban a entender es el rebrote de las ideologías castristas mezcladas con bolivarianismo, sancochadas con nacionalistas y vinculadas a "terroristas". Todo esto ad portas del juicio a su líder y con la confirmación de estos "hechos" (¿?) del paralamentario fujimorista Rolando Sousa.
La demostración de una política sistemática en este sentido es la información que se propagara a través de diversos medios sobre la presencia senderista en las universidades. Recuerdo específicamente que en canal N se hablaba de grupos "marxistas" y de personajes entre los que se implicaba a Martín Colán en la Universidad de San Marcos. Inmediatamente, si uno conoce a Martín Colán, sabe lo burdo de la manipulación con que se presentan las noticias. Colán es un dirigente del PC-Unidad que nada tiene que ver con Sendero y cuya organización es más bien una de las más importantes de la CGTP.
Pero, no sólo considero que esto sea una cortina de humo. Junto a la criminalización de las protestas sociales, también se apunta a la criminalización de personas y organizaciones que tiene una perspectiva diferente, con la transmisión permanente de mensajes mackartistas, y la censura -a través de la adjetivación de terroristas o seguidores del diablo Hugo Chávez- de quienes tenemos una voz diferente.
El caso, y remitiéndome a los hechos, y con la penosa tarea de aclarar a estos "periodistas" sobre la información presentada, pues apareció mi nombre en la lista vinculada a la CCB, debo decir lo siguiente:
a) No soy directivo ni activista de la Coordinadora Continental Bolivariana. El serlo no creo sea un delito, ni tampoco que sus directivos sean ciudadanos que pagaron por sus responsabilidades penales en prisión y hoy tiene los mismos derechos que otros ciudadanos. Alguna vez fui invitado a participar de sus actividades, en las que se hablaba de la situación del continente y de lo que viene ocurriendo en Venezuela. Sin embargo, no me siento representado por la CCB, y algunas consideraciones polítcas que tiene.
b) Hasta donde yo sé, el gobierno venezolano auspicia una organización continental propia denominada Congreso Bolivariano de los Pueblos (CBP), en la que se encuentran representadas diversas organizaciones de la izquierda social y política del continente. Y más bien, tengo entendido, también tiene fuertes diferencias con la CCB. Entonces debo afirmar casi con total seguridad que no hay vínculo entre el gobierno venezolano y la CCB más allá de la simpatía que pueda tener cualquiera de sus miembros con Chávez o el proceso venezolano.
c) Los círculos bolivarianos y las Casas del Alba (intermediarios para llevar a gente en extrema pobreza a Venezuela, que no atiende en cuanto a la salud el Estado Peruano) a los que se alude no tiene tampoco vinculación alguna con la CCB.
d) La CCB está desactivada hace ya varios meses y hace mucho tiempo que no tiene un local de funcionamiento ni actividades propias.
Comprendo que según estos señores "periodistas" lo políticamente correcto sea hacerle venias al Fujimorismo, al ultraderechizado gobierno de Alan García, que se defienda a las transnacionales mineras (esas que les pagan viajecitos) y a sus intermediarios peruanos, esos que siempre vendieron el Perú. Supongo que en el mismo sentido creerán más válido tenerle simpatía al gobierno narco-paramilitar de Álvaro Uribe y que se celebre el TLC con los EEUU que sólo beneficia a unos pocos y que como en México sólo favorecerá a los norteamericanos y perjudicará como siempre a los más pobres.
Pues bien, hay otros que creemos que nuestro país se merece un rumbo distinto, que el ideólogo del "perro del hortelano" tiene un discurso que las oligarquías han defendido desde hace varios siglos, que no tiene nada de novedoso y nos llevará al mismo fracaso, y que en América Latina diversos pueblos ya despertaron y se han hecho concientes de a quién sirve el modelo neoliberal. Y en muchos casos simpatizamos con ellos porque son expresión y resultado de la lucha y organización de grandes mayorías sociales, que a través de métodos democráticos, y su apuesta por defender su cultura, sus territorios, sus derechos intentan construir formas de democracia más sustantiva que los poderes fácticos del dinero les han expropiado.
Finalmente, lo que obviamente se trata de hacer es de vincularnos al "terrorismo", en particular al MRTA. Esta forma tendenciosa de presentar la información pretende de esta manera paralizar nuestras opiniones y/o actividades a través del miedo. A este respecto debo afirmar que mis convicciones están ancladas en una apuesta que pretende responder a una nueva época, época en que las guerras son funcionales al Imperio, pues este pretende plantearnos un escenario de guerra permanente. Que lo que cabe es desarrollar la resistencia democrática de las grandes mayorías de nuestros paises frente a la beligerancia y agresividad de las clases dominantes y del imperio. Que nuestra apuesta es por la vida, porque para nosotros el Capitalismo es muerte. Y que el paradigma guerrillero latinoamericano respondió a otra época, que estamos bien lejos de las lógicas militaristas y vanguardistas que desde nuestro punto de vista encarnó el MRTA.
Este deslinde, no busca ponernos a buen recaudo y bajo el paraguas de este Estado "perromuertero", que funciona sobre la base de una constitución espuria, que consagra el robo y atenta contra los intereses de la mayoría de peruanos siguiuendo su tradición. No vamos a simplificar la época atroz que nos tocó vivir con la guerra interna y que expresa esos "hondos y mortales desencuentros entre peruanos", defendiendo a un Estado que ha sido uno de sus principales protagonistas a través del uso de métodos terroristas.
Muchos de nosotros luchamos contra el fujimorismo porque queremos vivir en un país donde quepamos todos, en el que sea posible alzar nuestra voz y autodeterminarnos. Sabemos que hoy en el Perú hay un fortalecimiento de la cultura conservadora y del proyecto neoliberal, que las oligarquías vuelven. Sin embargo, también se abren las posibilidades para cambiar el rumbo histórico del país, y en este cambio deben ser protagonistas, y de hecho ya lo están siendo, las grandes mayorías.
Pido a mis amigos, a los que tengan a bien hacerlo, difundir esta comunicación. No podemos permitir que la prensa basura siga haciendo lo que le da la gana, ni permitir que las pocas libertades que nos quedan en el reino del libre mercado, nos sean fácilmente arrancadas.
Alvaro Campana Ocampo
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