martes, 28 de setiembre de 2010

ALGUNAS MEDIAS VERDADES DE LA DERECHA EN EL DEBATE PARA LA ALCALDÍA DE LIMA

ALGUNAS MEDIAS VERDADES DE LA DERECHA EN EL DEBATE PARA LA ALCALDÍA DE LIMA

“La peor mentira que se puede dar, es la medía verdad

Refrán popular

La derecha, ha decidido tomar el debate como la plataforma para librar su última batalla y Lourdes Flores se lo ha tomado así. Con el uso de su gran y recorrida experiencia política, al más puro estilo de la cultura política hegemónica en el país ha basado su estrategia en tres orientaciones: priorizar el ataque hacia su contendora y su cercanía a la izquierda como forma de deslegitimarla; centrarse en supuestamente rebatir las propuestas de la adversaria; intentar cuestionar la probidad moral del adversario. Sus propuestas para la ciudad han sido solo de relleno.

Para esto ha presentado un conjunto de medias verdades tanto en términos “ideológicos” como “programáticos”. Lo que nadie dice, por ejemplo, es que Lourdes Flores ha sido obligada a orientar su discurso hacia lo social, algo muy lejano de la consigna de “orden y autoridad” de la derecha. El programa del vaso de leche, que tiene por supuesto varias cosas cuestionables, siempre ha sido cuestionado por las derechas y el sentido común que han impuesto; ahora, es “defendido” por la candidata de Unidad Nacional. El pragmático Castañeda, en vez de asumir la salud como una política de gobierno, decidió usar los “hospitales de la solidaridad” como una dádiva, como política residual orientada a generar una clientela popular y una buena publicidad en medio de un abandono de varias décadas de la salud pública en el Perú por los sucesivos gobiernos de la derecha; Lourdes, se ha montado sobre los “logros” de Castañeda a este respecto y ha pretendido que la “estatista” Susana quiere articular este “sistema”, tan bueno para los pobres, al sistema de salud público repudiado.

Pero además, Lourdes a diferencia de Susana, decidió darle un carácter político-ideológico a su intervención. Susana en cambio apostó por las buenas y técnicas propuestas cuando la derecha está apostando a hacer como afirmó hace poco Sinesio López su “guerra del fin del mundo”. En este campo Susana se pone a la defensiva, o tal vez esté convencida que más allá del sentido común instaurado por el neoliberalismo no hay nada más que proponer desde la “izquierda moderna”. Esta, solo tendría que impulsar medidas altamente técnicas con rostro humano y sobre todo mucha ética. Sin duda Susana ha hecho de esto condición suficiente para su participación en estas “elecciones vecinales”.

La candidata de la derecha ha usado medias verdades políticas e ideológicas para reforzar sus posiciones y que es necesario revisar política y que desde una izquierda que está renovándose es necesario responder sin abandonar la propia historia. La derecha sabe que lo que está en juego son visiones de país y no sólo recambios de gobierno.

Lourdes empezó hablando de Villa El Salvador, de su autoconstrucción, de lo que costó para sus pobladores levantarla como ocurrió en otras zonas de Lima emergente, y que las ideas y un posible gobierno de signo distinto, especialmente de izquierda, harían retroceder ya que los conflictos creados por esta son los que han creado violencia y desorden. ¿Por qué Susana no se refirió en términos afirmativos sobre el papel jugado por la izquierda en esa Lima emergente? La Lima emergente y emprendedora de la que todo el mundo habla existe gracias a las luchas de la gente y al sacrificio de muchos dirigentes de la izquierda. Tuvo entre sus principales enemigos a los padres políticos de la señorita Lourdes quienes frente a este problema social de las décadas pasadas, sólo supo responder a través de la represión y el desalojo. La Lima emergente creció y se desarrolló a pesar de la derecha y su base organizativa le debe mucho a la organización y los dirigentes de base de la izquierda.

En segundo lugar, si estaban en Villa el Salvador ¿por qué no se reivindicó a una mártir de la izquierda que se enfrentó a Sendero Luminoso como María Elena Moyano? La estrategia de Lourdes fue intentar vincular a su adversaria con el “terrorismo”. Otra media verdad de la señorita Lourdes que no hizo alusión a que si alguien le puso el pecho al senderismo fueron los dirigentes populares de la izquierda y del APRA, mientras los padres políticos de la señorita en cuestión eran totalmente ineptos para combatir al senderismo usando una fracasada estrategia de indiferencia primero y de militarización después como ocurrió con Fernando Belaúnde, quien tenía en su alianza política de gobierno a Bedoya y el PPC.

Un media verdad más de la derecha: “el estancamiento y situación de la educación es responsabilidad del SUTEP” y sus huelgas, así como su oposición a la municipalización de la educación y la meritocracia en la carrera magisterial. Es una media verdad porque el SUTEP si tiene responsabilidad en la situación de la educación, y Patria Roja dentro de este, porque su opción para enfrentar la crisis fue el radical economicismo, poner por delante como solución los aumentos salariales y la lucha contra la privatización a la defensiva, es decir sin propuestas de cambio en otras dimensiones de la educación. Pero, y es más importante, el Estado y los gobiernos sucesivos de la derecha, desde Fujimori, lo que hicieron fue ponernos al nivel de Haití en términos educativos. Y hay que decirlo, la municipalización de la educación es cuestionable y puede terminar de hundir la educación peruana. Pero además, en Lima Metropolitana la discusión tiene otros aspectos porque no es un distrito o provincia como las demás, es en la práctica una región, cuyas funciones y competencias jamás han sido tomadas en cuenta por el mediocre gobierno de Castañeda. Lo que nos está mostrando la realidad es que la descentralización de la educación debe marchar por el cauce de la regionalización y no de la municipalización.

La izquierda sin duda debe modernizarse, pero esa modernización no se puede basar sólo en ser el “bueno” que tiene solvencia moral y “propuestas técnicas” y asumir que ser moderno es dejar de lado la historia y la reivindicación de sus héroes como María Elena Moyano y tantos otros que dieron la vida por construir un Perú democrático, justo y en el que reine una paz diferente a la de los cementerios. Una izquierda no es más moderna porque trata de asumir sin cuestionamiento el sentido común de la derecha y se distingue sólo en los estilos y la moralidad de sus miembros. Estas elecciones nos están dando muchas lecciones que debemos aprender porque lo que empieza a estar en juego es qué tipo de país queremos y la derecha lo sabe y usará todos los medios posibles para que el orden neoliberal instaurado a través de un golpe de estado a inicios de los noventas perdure para siempre.

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