LAS RELACIONES ENTRE LA MULTITUD Y LOS GOBIERNOS DE IZQUIERDA: LA REINVENCION DE LA DEMOCRACIA COMO PROCESO PERMANENTEMENTE CONSTITUYENTE.
Debate entre Antonio Negri, Michael Hardt, Giussepe Coco y Sandro Mezzandra en la Universidad Central de Venezuela.
Los intelectuales y militantes Antonio Negri y Michael Hardt, conocidos por su libros Imperio y Multitud, así como Giussepe Coco y Sandro Mezzandra, todos parte de la corriente llamada autonomista, estuvieron en Caracas después del Foro Social Mundial Policéntrico realizado en esa ciudad. Ni bien terminara el Foro dentro de cuyo marco los temas de más discusión fueron la relación movimientos sociales, los instrumentos políticos y la gestión institucional, la relación entre los gobiernos progresistas de izquierda que hoy ocupan la escena latinoamericana y los movimientos sociales, así como la polémica invocación del presidente Chávez para constituir una coalición más decidida, de alcance global que bajo lo que el llamó la “estrategia perfecta” combatiera de manera unificada al capitalismo en lo que sería una especie de nueva versión de la Internacional, se realizó una Mesa sobre las relaciones justamente entre la llamada “Multitud” y la nueva institucionalidad emergente en Venezuela basada en la democracia participativa. Esta mesa organizada por la Alcaldía Mayor de Caracas y que contó con la participación del Alcalde Juan Barreto y el intelectual Rigoberto Lanz, se realizó el día 3 de febrero de este año, en una de los auditorios de la Universidad Central de Venezuela.
Entre miembros de organizaciones de base, funcionarios de la alcaldía, universitarios y militantes de diferentes organizaciones se desarrolló una importante discusión para quienes propugnan y luchan por la construcción de una alternativa emancipatoria al capitalismo y se hallan sumergidos en los dilemas y discusiones de los movimientos sociales, la militancia y los procesos de cambio que se pretenden impulsar en diversos países de Nuestra América y el mundo. La voluntad de abrir esta discusión y promoverla en un país como Venezuela nos muestra la efervescencia con que se vive allá el proceso político en el que a su manera y sus contradicciones se aporta en la construcción de “otro mundo posible”, una de cuyas condiciones -como dijo Rigoberto Lanz en la presentación- es la necesidad de que exista otro pensamiento, asumiendo la diversidad del pensamiento crítico, y los retos que plantea la complejidad de la revolución hoy, al que “los autonomistas” como Negri han aportado. A continuación intentamos hacer un resumen por las ideas expuestas esperando sean útiles y lo más fieles posibles a las ideas discutidas para seguir alimentando el debate.
Michael Hardt: El desafío de pensar la sociedad hoy para transformarla.
Hardt se centró en la explicación de la categoría “multitud”, en una introducción pedagógica sobre su significado, para comprender las características de la sociedad y de los nuevos antagonismos y la relación entre gobiernos y movimientos. Empezó por citar a Gilles Delleuze quien habría planteado que nunca hay gobierno de izquierda, que lo que hay son gobiernos que dan espacio a la izquierda para luego definirnos en términos negativos lo que (no) es Multitud: Así, Multitud no es el pueblo, porque no tiene una identidad única, el pueblo la tiene, y esta en la modernidad fue identificada con lo nacional. En cambio, la Multitud tiene muchas partes, “es un complejo de singularidades” internas: de género, étnicas, culturales, etc. Esas singularidades hacen parte de la multitud. En segundo lugar, la Multitud no son las masas, no es la muchedumbre, es diversa pero no indiferente. La muchedumbre, las masas son grises, pasivas, no pueden tener acción autónoma, deben tener un líder. En cambio, la Multitud tiene capacidad de acción autónoma, tienen capacidad de autogestión. El comunismo según Lenin era “soviets + electricidad”. Recurriendo a las fórmulas podríamos decir que la Multitud es “singularidades + autonomía”.
Dos preguntas pueden plantearse a partir de lo dicho según Hardt: ¿Este es un concepto adecuado para se utilizado en América Latina? En segundo lugar ¿Los gobiernos son capaces de darles espacio a las multitudes con todo lo que implican?
Toni Negri: Socialismo constituyente, gobierno e impulso de la multitud.
Negri planteó la discusión acerca de la Multitud usando las críticas esgrimidas contra esta. Así, y en ese sentido se plantea que gobernar significa unificar, no hay posibilidad de gobernar sin centralidad, sin una fuerza de gobierno y la Multitud no tendría capacidad de unidad; y por otra parte, la Multitud no tiene capacidad sistémica de definición como la “clase obrera” que se oponía claramente a la burguesía. Esto nos plantea el problema en dos dimensiones: una como proceso, es decir la constitución de la multitud y, cómo abordamos el posicionamiento de la Multitud en el escenario político y social.
Para hacer esa tarea se planteó la necesidad de remontarnos a lo que significó la clase obrera y verla desde una perspectiva crítica. Las luchas de la clase obrera fueron fundamentales, y esta agrupó a la población transformadora del trabajo humano. La clase obrera se unificó como partido, impulso transformaciones que generaron a su vez una necesaria transformación del capitalismo con el empuje del socialismo, así se desplegó un esfuerzo universal y positivo. Pero, alrededor de conceptos como clase obrera o partido se destruyeron también ideales, se afirmaron dictaduras aún cuando los mecanismos productivos permitían concebir el trabajo asociado al cambio de vida, como parte de la inteligencia y la libertad.
Hoy el trabajo vivo se ha transformado en un trabajo inteligente, producto de la inteligencia y la libertad. El trabajo es parte de la acumulación, pero el trabajo libre debe ser articulado. El socialismo del siglo XXI será un “socialismo constituyente”, es decir, a la vez que se produce es libre, se construye, las instituciones no atrapan las capacidades productivas. En cuanto al gobierno es fundamental pensarlo desde una dualidad en la que se considere al propio gobierno y el empuje de la multitud. La finalidad es “el común”, la singularidad no es la soledad del pobre, es solidaridad, sólo juntos producimos, esto es estructural, una realidad profunda, necesitamos las acción común, por ello la solidaridad entre gobierno y multitud.
Giuseppe Coco: Pensar el trabajo más allá del salario y la construcción de lo común desde las políticas sociales.
Es necesario verificar lo que pensamos de la multitud, el común, la construcción entre gobierno y multitud por ejemplo en Brasil. La experiencia del gobierno de Lula se somete a dos enfoques desde la izquierda: uno favorable a su política internacional en el contexto de inclinación de la región hacia la izquierda y las críticas surgidas en lo interno por la crisis, con su política económica que reproduce la relación de dependencia y es continuista en cuanto a la gestión neoliberal de la moneda, del modelo de desarrollo, respeto a los compromisos internacionales como el pago de la deuda. En ese contexto el gobierno de Lula ha impulsado políticas sociales en dos frentes: la reforma del Estado, la democratización de la educación, la lucha contra el racismo; y, por otro lado, la redistribución de los ingresos, a través de programas para alcanzar a los sectores más pobres.
La crítica fundamental de la izquierda clásica es que el cambio histórico efectivo se efectúa con el cambio de la política orientando los esfuerzos a lograr el crecimiento económico y el pago de la deuda interna, expandiendo el empleo basado fundamentalmente en el trabajo asalariado: es la propuesta de un keynesiana dinamizando la lucha de clases a través de la movilización del trabajo asalariado. Las políticas sociales serían incapaces de movilizar las fuerzas productivas, sólo compensarían lo que genera el neoliberalismo.
Pero, si concebimos el trabajo desde otra perspectiva, si consideramos más la movilización antes que la salarización y entendemos y constatamos que el trabajo asalariado ya no moviliza y que el socialismo debe ser pensado como soviets sin asalariado, estaremos pensando el trabajo más allá del salario. De esa forma, las políticas sociales también pueden ser base para la movilización y la articulación entre el gobierno y las bases. No se trata de aprobar o desaprobar esto, sino de impulsarlo a fin de dislocar sobre esta base y asumiéndolas las nuevas formas de acumulación capitalista y en perspectiva de trabajar y construir lo común.
Sandro Mezzandra: de gobierno a gobernanza, la disputa de la legitimidad y el poder constituyente de la multitud.
La reflexión sobre las relaciones entre gobierno y movimientos sociales es un tema estratégico para Mezzandra. Multitud es un concepto que nos habla de una búsqueda, de un desafío, expresa la búsqueda de un desafío, buscar otras ideas, otras formas de hacer política, producir nuevas categorías políticas que permitan entender la novedad radical de los movimientos de los últimos años. Hablar de multitud significa producir una nueva relación de categorías, de la necesidad de inventar nuevas categorías que se ajusten a la importancia que han tomado los espacios locales y continentales más allá de las naciones, y por tanto de la necesidad de construir una institucionalidad más allá del Estado. Con Foucault no hay gobierno socialista, nos habla de la necesidad de pensar de forma novedosa la relación movimientos-institución y de una nueva producción de institucionalidad.
Estamos viviendo un proceso de transición de la noción de gobierno a la de gobernanza, de una forma vertical y jerárquica, a una forma horizontal, inmanente, siendo esto impuesto por los propios movimientos. El mismo sistema con este concepto busca capturar la producción dentro de la libertad que se produce en esta fase de desarrollo del capitalismo. La discusión desde hacerse bajo la transformación de la legitimidad mediada por la representación política hacia la gobernanza en la que la actividad gubernamental es la que produce los criterios de legitimación, la política es la que produce los criterios de legitimación. Así, hay un conflicto abierto en los espacios de gestión sobre la legitimidad. Este esquema puede ser interesante pues permite pensar un “proceso constituyente” que nunca se cierra, que sea el empuje de la multitud lo que le de forma bajo una “gobernanza socialista”.
Las intervenciones del público:
- ¿Se pueden repensar los conceptos pueblo/multitud considerando la vigencia del concepto pueblo en América Latina?
- ¿Es la multitud devenir o permanencia?
- En el pueblo habría un poco de multitud, de masa, de clase. Los conceptos no son lo real ¿podemos ver el concepto multitud como algo puro?
- ¿La libertad sólo puede ser planteada desde la perspectiva del trabajo? ¿No puede ser pensada más allá del trabajo?
- Si articulamos la multitud en los Consejos Comunales (Espacios de organización y gestión comunal que se vienen construyendo en Venezuela promovidos por el gobierno popular) ese estaría “disolviendo” Estado o construyendo un nuevo tipo de institucionalidad no centralizada, nuevas formas de comunismo, la política como producción.
- En el mundo posmoderno el pueblo es multitud
- ¿Por qué Negri apoyo la constitución europea?
- Las difíciles relaciones entre la autonomía que se propugna y la gestión estatal.
- Imperio e Imperialismo ¿cuáles son sus diferencias?
Michael Hardt:
Ningún concepto es absoluto. Sobre el concepto pueblo, este históricamente estaba constituido por los propietarios, la multitud eran los pobres. Por otra parte el uso del concepto pueblo era una forma de buscar una unidad que escondía la exclusión. La multitud no es sólo reconocimiento, es la constatación de su potencia y su capacidad de autonomía. Por otra parte, pueblo sigue siendo un concepto que alude a lo nacional. Esta es una discusión útil cuando sirve para el debate y la acción concreta, si pueblo sirve para ir más allá de lo nacional y expresa las singularidades entonces es útil.
La multitud no sólo es devenir sin institucionalizarse, puede tener expresiones institucionalizadas. Y si se quiere poner en una fórmula nuevamente el concepto multitud esta sería pobreza + amor y reconoce la creatividad y productividad de los pobres.
Toni Negri
Multitud, pueblo, nación, se puede deconstruir multitud usando pueblo como concepto pero, para los pueblos pueblo significa la unidad de las clases en un país, guerra y muerte, la nación es fascismo. El concepto puede ser potente para países de América latina pero en Europa fue un elemento de mistificación del capitalismo, los migrantes se siguen viendo como extranjeros y pueblo y nación son elementos de dominación. Si se puede reconstruir este término en términos multitudinarios, entonces no hay problema. Multitud es una determinación fenomenológica, sociológica con una relación polémica con la clase obrera y corre el riesgo de ser muda, no alude sólo al trabajo inmaterial sino a la diversidad, la multitud no sólo “es”, se “hace”. La producción en las fábricas es limitada en comparación a la producción social.
Negri afirmó categóricamente: ¡soy marxista y siempre lo seré! afirmando después que la historia es guiada por el trabajo de los explotados y sus luchas. El concepto Capital antes estaba separado, separaba, ahora está inscrito en el trabajo, el excedente se produce como autonomía y de ahí esta característica de la multitud. Estamos en sociedades complejas pero sólo mediante la cooperación es posible la producción de la vida, hay elementos de valor que van más allá de la producción, la vida y la política se mezclan, el comunismo es algo que debemos realzar, somos materialistas, hay que hacerlo material.
Sobre el Imperio, este es el gobierno de la globalización impuesta por las dificultades de mantener el Estado Imperialista. No debemos defender el pasado, impedir que el capitalismo se refuerce en este pasaje. Se intentó un golpe de Estado por parte de los Estados Unidos, pero hay un “pluricentrismo mundial” que cuestionó y cuestiona ese golpe. Por otra parte ¿por qué luchar contra un espacio político europeo donde se pueden unificar las luchas incluidas las de los migrantes?
Giussepe Coco
La necesidad de la autonomía de los movimientos sociales y asumir la problemática del gobierno nos pone en una paradoja. Los movimientos no tienen que ver con las relaciones tradicionales, asalariadas de la clase. El neoliberalismo trata de adecuarse a la forma del trabajo más social que no necesita pasar por el sindicato y el partido, su antagonismo surge directamente. Pero, las gestiones son expresión del avance productivo de la multitud. En Brasil este proceso se expresa de diversas formas. Por ejemplo en el movimiento negro. Este movimiento negro produjo un campo de batalla contra el copyright, se organiza para luchar contra la exclusión en la universidad. Aquí podemos deconstruir el concepto de pueblo. En Brasil existe un racismo que es antagonizado por un bloque biopolítico. Se luchó contra el racismo sobre la concepción de pueblo como proyecto homogeneizador que se niega a la diversidad y que sin embargo termina escondiendo el racismo. El “Estado posmoderno” sigue manteniendo el racismo. En América Latina se está creando un arco iris de colores y se multiplica, y no es para construir un conjunto gris.
Sandro Mezzandra
La Multitud no es una consigna, es una búsqueda, debemos ir más allá de las palabras. Se debe reinventar la democracia como un proceso permanentemente constituyente, hay que redefinir el poder constituyente, la ciudadanía, plantear la abertura continua de procesos constituyentes que abren y cuestionan los límites de los constituido estableciendo una nueva relación entre movimientos sociales y Estado.
Los movimientos sociales que nos interesan son los que luchan contra la dominación y la explotación, que construyen el común dentro del movimiento autónomo que nos interesa. Es necesario observar como se han desarrollado las luchas en América Latina y Europa. En América Latina hay muchos movimientos que están más allá de las fronteras de la ciudadanía nacional y la clase obrera. La migración debe ser pensada más allá de estos marcos, por ejemplo. En Europa la precariedad laboral, la migración, temas biopolíticos, nos obligan a pensar conceptos más allá de las categorías modernas y más allá de las características del pensamiento socialista. En conclusión se trata de ir más allá, no se trata de desarrollar una lucha entre la multitud contra la clase o la noción de pueblo.
Alvaro Campana Ocampo.
27 de marzo de 2006.
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