jueves, 9 de diciembre de 2010
Sobre el cómo y el porqué de la unidad de las izquierdas.
Por: Álvaro Campana Ocampo
Al parecer, deduzco de un reciente artículo de Fernando Romero, un sector de las izquierdas habría otra vez dado un bandazo del “pragmatismo” al “ideologicismo” político de cara a las elecciones pues habría hecho de la unidad un punto insuperable para lograr sus objetivos de transformación social. Recordándonos el sentido del dicho popular “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”, nos dice Fernando que esta postura hace que no se reconozca el tiempo y los procesos que requiere la unidad, lo imperfecto de las alianzas que se estarían generando y que podrían ser la base de una futura unidad, provocando incluso la subvaloración de la participación parlamentaria impidiendo la participación en este espacio de voces más serias. Nos dice “El fracaso de las izquierdas en los últimos 30 años ha llevado a estos sectores a confundir su renovación con una suerte de fanatismo ético que coloca, en momentos de decisión sobre las alianzas electorales, la apuesta por la unidad como EL criterio de definición de quiénes son virtuosos y quiénes no.”
lunes, 22 de noviembre de 2010
No es el fantasma del cura de Catapilco, es el fantasma del cura Casimiro Chumán Velásquez. (Más que una respuesta a Sergio Tejada.)
Por: Álvaro Campana Ocampo
Conforme van definiéndose más los posicionamientos electorales, el debate dentro de las izquierdas y el nacionalismo va derivando en calificaciones injuriosas y comparaciones pretendidamente didácticas e históricas, pero que rebajan el nivel de la discusión. Es el caso del artículo de nuestro amigo y compañero Sergio Tejada denominado “La Unidad y el fantasma de Catapilco”. En este artículo, entre un conjunto de argumentos respetables y debatibles, se desliza una identificación de Marco Arana, cura y dirigente de Tierra y Libertad, con Antonio Zamorano, un sacerdote chileno conocido como el “cura de Catapilco”. Este sacerdote participó de las elecciones en 1958 y evitó con su 3% el triunfo de la Unidad Popular en Chile, pero además, luego de mostrarse como un cura “progre”, terminaría apoyando -años después- el pinochetismo que derrocó a Allende, desnudando al final el verdadero rol que de manera deliberada parecía jugar desde años atrás.
Conforme van definiéndose más los posicionamientos electorales, el debate dentro de las izquierdas y el nacionalismo va derivando en calificaciones injuriosas y comparaciones pretendidamente didácticas e históricas, pero que rebajan el nivel de la discusión. Es el caso del artículo de nuestro amigo y compañero Sergio Tejada denominado “La Unidad y el fantasma de Catapilco”. En este artículo, entre un conjunto de argumentos respetables y debatibles, se desliza una identificación de Marco Arana, cura y dirigente de Tierra y Libertad, con Antonio Zamorano, un sacerdote chileno conocido como el “cura de Catapilco”. Este sacerdote participó de las elecciones en 1958 y evitó con su 3% el triunfo de la Unidad Popular en Chile, pero además, luego de mostrarse como un cura “progre”, terminaría apoyando -años después- el pinochetismo que derrocó a Allende, desnudando al final el verdadero rol que de manera deliberada parecía jugar desde años atrás.
martes, 28 de setiembre de 2010
ALGUNAS MEDIAS VERDADES DE LA DERECHA EN EL DEBATE PARA LA ALCALDÍA DE LIMA
ALGUNAS MEDIAS VERDADES DE LA DERECHA EN EL DEBATE PARA LA ALCALDÍA DE LIMA ?xml:namespace>
“La peor mentira que se puede dar, es la medía verdad”
Refrán popular
La derecha, ha decidido tomar el debate como la plataforma para librar su última batalla y Lourdes Flores se lo ha tomado así. Con el uso de su gran y recorrida experiencia política, al más puro estilo de la cultura política hegemónica en el país ha basado su estrategia en tres orientaciones: priorizar el ataque hacia su contendora y su cercanía a la izquierda como forma de deslegitimarla; centrarse en supuestamente rebatir las propuestas de la adversaria; intentar cuestionar la probidad moral del adversario. Sus propuestas para la ciudad han sido solo de relleno.
jueves, 2 de setiembre de 2010
Un movimiento político indígena autónomo, no autista
Por Alvaro Campana Ocampo
En un reciente artículo Roberto Espinoza escribe sobre la necesidad de una propuesta política indígena autónoma. Encontramos en el varias coincidencias con nuestras opiniones y apuestas: ¿hace falta una organización política autónoma? desde luego que sí, y desde Tierra y Libertad hemos considerado siempre imprescindible y hemos mirado siempre con mucho respeto las iniciativas de la organización política indígena autónoma. En principio, porque estamos convencidos de la pluralidad y diversidad en la que se mueve el campo popular; en segundo lugar, porque asumimos el carácter estratégico (y el alcance civilizatorio) del discurso y práctica indígenas para construir una alternativa a la crisis profunda en la que vivimos; y, en tercer lugar, porque toda autonomía individual y colectiva son fundamentales para construir proyectos de transformación social. Sin duda, los indígenas en el Perú son como ya lo había advertido José Carlos Mariátegui, y como lo afirma Roberto en su artículo, una columna fundamental para refundar el país.
lunes, 2 de agosto de 2010
Una visión sobre la UNMSM desde adentro
Una visión sobre la UNMSM desde adentro
Entrevista de la revista virtual de estudiantes de ciencias sociales “Inter-actuando” a la estudiante de antropología de San Marcos cuyo seudónimo es “Juana Huamán Cordoba”.
(31 de julio de 2010)
Entrevista de la revista virtual de estudiantes de ciencias sociales “Inter-actuando” a la estudiante de antropología de San Marcos cuyo seudónimo es “Juana Huamán Cordoba”.
(31 de julio de 2010)
viernes, 30 de julio de 2010
LAS MARCHAS DE LOS QUE SOBRAN: LOS SAN MARQUINOS, LAS IZQUIERDAS Y LA LUCHA CONTRA LA DICTADURA FUJIMORISTA. UN TESTIMONIO DE PARTE
LAS MARCHAS DE LOS QUE SOBRAN: LOS SAN MARQUINOS, LAS IZQUIERDAS Y LA LUCHA CONTRA LA DICTADURA FUJIMORISTA. UN TESTIMONIO DE PARTE
Álvaro Campana Ocampo
Hace diez años “La Marcha de los Cuatro Suyos” contribuyó a derrocar a la dictadura fujimorista. Hecho importante que movilizó a miles de personas hacia Lima, algunos calculan que llegaron a marchar unos 250 000 peruanos, nos mostraba que más allá de la resaca del “tiempo del miedo” que el fujimorismo buscaba revivir cada vez que se erigía la resistencia al régimen, e incluso a pesar del control de los medios de comunicación masivos comprados, era posible objetar un estado de cosas que parecía inamovible a través del consenso o la represión. No se han visto muchos homenajes o recordatorios a esta gesta. Será que mucho de esa historia tiene que ver demasiado todavía con un presente con el que hay un hilo de continuidad sustantivo pero con formas “democráticas”.
lunes, 21 de junio de 2010
Por el Sendero Luminoso de "Alditus" Mariátegui o la Cuarta Espada del Neoliberalismo Armado
La campaña senderista (de la fracción "acuerdista") está teniendo, a no dudarlo, impacto y presencia en la opinión pública. Entre sus principales propagandistas están el Diario "El correo" y su director Aldo Mariátegui. Sus objetivos: seguir fortaleciendo el sentido común autoritario y conservador que tiene una fuerte hegemonía en el Perú haciendo uso del miedo y el "cuco" senderista (ya se está pidiendo intervención en las universidades). Alentar con esto el repunte de KeiKo Fujimori, representante de la ultraderecha popular peruana (Aldo M. celebra esto en su editorial del día 21 de junio). Conseguir una opinión favorable para la amnistía de los militares que practicaron el terrorismo de Estado. Y, generar una gran cortina de humo para un gobierno, y un modelo, que muestra cada vez más su podredumbre moral (evidenciada en flagrantes casos de corrupción y de traición de los intereses nacionales).
domingo, 6 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
Tierra y Libertad: A UN AÑO DE BAGUA
Tierra y Libertad: A UN AÑO DE BAGUA
Tierra y Libertad
A UN AÑO DE BAGUA
¡¡LAS TIERRAS, LOS BOSQUES Y EL AGUA… NO SE VENDEN!!!
¡¡VIVA LA LUCHA DE LOS PUEBLOS DE LA AMAZONÍA PERUANA!!
Tierra y Libertad rinde un justo y sentido homenaje a nuestros hermanos indígenas y policías que perdieron su vida a consecuencia de un enfrentamiento que nunca debió producirse, si el gobierno que preside Alan García Pérez, hubiese tenido la voluntad de escuchar y consultar a los pueblos, en vez de inclinar la cabeza y actuar servilmente frente al gran capital trasnacional y sus intereses de apropiarse de nuestra amazonia.
Un año después de la heroica lucha indígena, liderados por la AIDESEP, el tiempo les está dando la razón y han dado una hermosa lección al país y al mundo: Para desarrollarnos con justicia, hay que proteger los bosques, el agua de los ríos y nuestra extraordinaria biodiversidad. Para ser democráticos, hay que respetar los territorios indígenas y consultar a sus pueblos. Para invertir en la selva hay que defender el medio ambiente hoy, pensando en los que vendrán mañana. Para construir un país para todas las sangres… la selva no se vende… la selva se defiende.
Pero como en todo el país, la lucha de los pueblos de la selva continúa y la hacemos nuestra:
1.- Exigiendo al gobierno la promulgación inmediata de la ley de consulta previa a los pueblos indígenas y originarios y el cumplimiento de los compromisos asumidos para el desarrollo de la amazonia peruana.
2.- Demandando la suspensión de la entrega de lotes petroleros y concesiones mineras hasta que concluya la titulación de los territorios de las comunidades, con la inclusión de los bosques, y se realice el ordenamiento territorial para garantizar el uso sostenible del agua y la biodiversidad y la protección del ambiente, así como con el reconocimiento del derecho a igual trato y a la identidad étnico cultural.
3.- Defendiendo las organizaciones auténticas de los pueblos indígenas contra el paralelismo y los inmorales propósitos de división que intenta el gobierno, utilizando para ellos los recursos del Estado.
4.- Apoyando la firma de un compromiso de las fuerzas políticas democráticas para investigar y sancionar a los responsables políticos de los sucesos de Bagua: Garcia, Yehude Simons, Mercedes Araoz, Mercedes Cabanillas.
5.- Exigiendo la derogatoria de las leyes que considera criminales a quienes protestan. Diciendo alto a la persecución a los defensores del agua y de la tierra en los andes y la amazonia. Demandando la libertad y corte de juicios a los dirigentes y pobladores indígenas.
Para Tierra y Libertad, nuestro homenaje, también es una reafirmación de compromisos:
Seguiremos promoviendo la unidad más amplia de todas las fuerzas democráticas para derrotar la corrupción aprofujimorista.
Seguiremos luchando para cambiar esta política económica que enriquece a unos cuantos y excluye el resto.
Seguiremos trabajando para transformar el Estado y la democracia, hoy capturados por la voracidad del gran capital trasnacional.
No nos cansaremos de promover la unidad programática de las fuerzas democráticas con los movimientos indígenas-ecologistas-socialistas, los pequeños y medianos empresarios que junto a los trabajadores, mujeres y estudiantes buscamos un Perú con paz, justicia, soberanía y dignidad.
¡¡POR VIDA Y DIGNIDAD, TIERRA Y LIBERTAD!!
Bagua, 05 de junio del 2010
Comisión Política Nacional de Tierra y Libertad
Comité Regional de Amazonas de Tierra y Libertad
jueves, 27 de mayo de 2010
Tierra y Libertad se pronuncia: Inmediata libertad para Alberto pizango, No a la criminalización y persecución de los líderes de los pueblos amazónico
TIERRA Y LIBERTAD
Inmediata libertad para Alberto Pizango
NO a la criminalizacion y persecución de los líderes de los pueblos amazónicos
Tierra y Libertad rechaza la detención del dirigente de la AIDESEP Alberto Pizango, quien retornó al país para colaborar con las investigaciones de los sucesos del 5 de junio del año pasado en Bagua.
Considera que este acto es producto de la presión del gobierno aprista al poder judicial y la demostración clara que para los pueblos indígenas no hay búsqueda de diálogo respetuoso, sino la agresión directa contra ellos.
La detención del líder indígena, responden a la sed de venganza de los verdaderos responsables de la violencia en Bagua: Alan García y sus ministros y congresistas y es una demostración de cómo maneja el Estado los principales conflictos políticos del país que surgen por el cuestionamiento al neoliberalismo, la defensa de los derechos indígenas y de todos los pueblos a decidir sobre su modo de vida.
Esta nueva agresión se da en vísperas de la conmemoración del Día Mundial del Ambiente y a un año de los graves sucesos de Bagua en donde, por responsabilidades políticas de este gobierno, fueron asesinados policías y ciudadanos amazónicos.
Tierra y Libertad exige:
1.- La inmediata libertad de Alberto Pizango. Que el poder judicial cambie la orden de detención por orden de comparecencia y tenga derecho a un justo proceso.
2.- El cese de la persecución a los demás líderes de los pueblos amazónicos que defendieron y defienden el derecho a vivir en paz en su territorio y la amazonía.
3.- Exigimos se sancione a los responsables directos e indirectos que ocupan altos cargos en el actual gobierno, lo que incluye a ministros, congresistas y al Presidente de la República.
4.- La promulgación por parte del Ejecutivo de la Ley de la Consulta Previa
5.- La solución a los acuerdos pendientes arribados en la Mesas de Diálogo Intercultural para el Desarrollo de la Amazonía.
¡¡POR VIDA Y DIGNIDAD, TIERRA Y LIBERTAD!!
¡¡ LA AMAZONÍA VIVE: DEFENDÁMOSLA!!
Perú, 27 de mayo de 2010
Comisión Política Nacional Movimiento Tierra y Libertad
miércoles, 26 de mayo de 2010
PIZANGO Y LOS HUMILLADOS Y OFENDIDOS DE SIEMPRE
Estamos a unos días de cumplirse un aniversario del Baguazo, ese momento terrible que le costó la vida a decenas de peruanos, entre policias e indígenas. El día de hoy ha regresado de su exilio el lider de AIDESEP Alberto Pizango, siendo detenido "por los presuntos delitos de secuestro, sedición y por incitar disturbios durante los hechos del Baguazo en junio del año pasado" según el Diario El Comercio. Ayer observaba los comentarios en www.peru.com frente a la notica del posible regreso de Pizango, y en varios se decía "Pizango directo a Lurigancho", otro "Ya me tiene huevón este indio de mierda!" Y cabe preguntarse ¿qué hemos aprendido de lo ocurrido?´¿qué ha significado para el país lo sucedido?
Hace casi un año, miles de personas se sintieron indignadas con la masacre. Todavía se recuerda al padre del mayor Bazán considerando responsable de lo sucedido al gobierno y su deseo de que hechos como estos no se repitan. Queda grabado el desprecio del presidente de la República contra estos peruanos y peruanas. Y, auqnue como siempre esto es invisible, en miles de pobladores de la selva quedan grabados también los días de persecusión contra las comunidades y sus líderes, y el ejército y la policía actuando como fuerzas de ocupación.
Hoy estamos con que se celebrará el día del ron, y a pesar de haberse demostrado que lo justo era que se les consulte a los pueblos sobre lo que se haría en sus territorios, en ese sentido se acaba de aprobar la Ley de Consulta en el Congreso en el marco de la OIT, se pretende hacer creer a la opinión pública que estos hechos son producto de la barbarie y violencia de los "salvajes". No nos dicen que seguramente muchos de los proyectos hidrocarburíferos son parte de los "faenones" y de esta política depredadora que implementa el gobierno. Que la ineptitud de la Ministra del Interior de entonces, Mercedes cabanillas, y los mandos policiales hicieron posible la carnicería, y que el apologista de la violencia hace rato es el propio señor García. Y, finalmente, es detenido el señor Pizango como si fuera el responsable de las políticas colonialistas, racistas y violentas que han caracterizado al Estado peruano en su relación con los pueblos indígenas.
El señor Pizango no es ningún hombre perfecto. Aún están vivas las diferencias dentro de las propias organizaciones indígenas por la forma de conducir el movimiento o el hecho de que muchos se hayan sentido traicionados con su exilio, mientras muchos dirigentes, incluso con balas en el cuerpo como santiago Manuin daban la cara aquí. No faltan quienes quieren convertir a como de lugar a Pizango en su candidato a la presidencia, apuntando algunos por fin construir una representación política de los indígenas peruanos, como tampoco faltarán los oportunistas de siempre. Pero, al margen de todo, es necesario que nos solidaricemos con Alberto Pizango, quien es en este momento el rostro de los humillados y humilladas, de los ofendidos y las ofendidas de siempre en el país. Esta solidaridad que debe conjurar el racismo y autoritarismo de la cultura peruana, exacerbada hoy por la profundización de las brechas sociales y culturales que genera el neoliberalismo; solidaridad que debe mostrarle a quienes viven obnubilados, sobre todo en Lima y algunas ciudades, con el espejismo del progreso neoliberal, que este "indio de mierda" tiene dignidad, y que esa dignidad es la de los que muchas veces han sido vencidos, pero que tarde o temprano vencerán.
sábado, 22 de mayo de 2010
Los 80, las furias, las persianas y los muertos/ Susel Paredes
Los 80, las furias, las persianas y los muertos
Susel Paredes
“Me verás volar
Por la ciudad de la furia
Donde nadie sabe de mí
Y yo soy parte de todos”
Gustavo Cerati
En los 80s, nos levantamos viendo a los muertos, los niños comían nicovita, en mis clases de san marcos entraban los estudiantes senderistas llamándonos a sumarnos a la guerra.
Había pocas universidades e ingresar era bien tranca, escuchábamos salsa de verdad, cantaba EL cantante, el rock lo sudaba Freddy Mercury, y eras una tigresa si conseguías un disco original de Silvio o Pablo, o al menos un cassette, sí cassette.
No habían combis y todavía existía el Cocharcas- Jose Leal que, fiel y anciano, nos dejaba en la ciudad universitaria, el comedor de cangallo conocido como “la muerte lenta” era una aula en la que entendías por qué la gente se fue a la guerra, y estaba bajo la vigilancia del Comité de Lucha de comensales.
La cerveza era cariiiiisima y tomábamos ron con coca cola, por más roja que fueras y el ron cubano ni lo conocíamos porque era carísimo también…
Las fiestas comenzaban con el toque de queda y terminaban cuando se acababa el trago.
Se inventaron las parrilladas, que con el tiempo son sólo polladas, pero con el mismo espíritu de solidaridad y fiesta.
En los 80 también se cayó el muro de Berlín dejando a nuestra generación con una crisis de paradigmas que ahogamos con llantos y furias, nos moríamos de la envidia de los jóvenes de los 60 que vivieron celebrando victorias.
Los 80s fueron brutales, sangrientos, fuertes, nada era light, todo era duro el rock, la salsa, la política, en esos años nos acompañaron algunos grupos de rock argentino que nos permitían cantar a gritos en castellano, uno de ellos soda estéreo, como nos hiciste feliz.
Ahora Cerati está en coma, y mi corazón no para de llorar, aquí en la ciudad de la furia.
viernes, 21 de mayo de 2010
Comentarios acerca del artículo de Rodolfo Hinostroza sobre Javier Heraud aparecido en Caretas
Comentarios acerca del artículo de Rodolfo Hinostroza sobre Javier Heraud El burgués guerrillero
No me gustó mucho el artículo. Me parece hecho por alguien celoso y que reniega de muchas cosas que hizo en el pasado. Heraud no fue sólo un "pituco" que se fue al monte para demostrar su "hombría". Bastante hablan sus poemas de su espíritu y su corazón. Otros testimonios dicen otras más cosas de él. No digo que entre estas vidas de personas que consideramos arquetípicas no hayan motivaciones muy humanas, más básicamente humanas y que muchas veces lo explícito esconde sentimientos, fobias, rabias que no emergen a la superficie. Pero en todos y todas está la tensión entre nuestro yo y nuestro superyo. Lo que anhelamos y deseamos y lo que vivimos concretamente desde nuestras más básicas situaciones humanas. El mundo de los deseos y el de las realidades. Estamos hechos de ambas cosas, y muchas cosas más.
La mirada del artículo, si bien nos da luces sobre parte de la humanidad de Heraud nos deja con ideas que me parece caricaturizan a una generación: jóvenes manipulados por el "malo" de Fidel Castro que fueron los que se enrolaron en las guerrillas, y Heraud lo hizo además para demostrar que era hombrecito y que no quería ser más "el punto". Sin duda, Fidel puede haber usado argucias para atraer a esta juventud ardiente, pero había además una juventud ardiente. Puede ser que Heraud haya querido dejar de ser el pituco lorneado, que él podría haber sentido ser, pero estuvo motivado también por otros deseos, sueños y apuestas.
Ojalá se hiciera una biografía de Heraud como "La Vida en Rojo, una biografía del Che Guevara" (1997) escrita por el converso Jorge Castañeda, autor de la "Utopía Desarmada" (1995), ex miembro del Partido Comunista Mexicano que terminó siendo Canciller de Vicente Fox. En esta biografía encontramos aun "Che" Guevara cuyos impulsos vitales están configurados por un gran gusto por la alteridad y un terror permanente a las ambiguedades y matices de la vida que lo obligan a "fugas hacia adelante". Un amor y una atracción por lo diferente y una búsqueda permanente del todo o nada. Pero en medio de todo esto reflexiones y sentimientos de una búsqueda huamana por un mundo mejor.
Interesante lo que se puede discutir de esto. Y perfectamente entiendo porque este texto salió publicado en Caretas. Sería deseable tener otras miradas sobre el asunto.
Alvaro Campana
No me gustó mucho el artículo. Me parece hecho por alguien celoso y que reniega de muchas cosas que hizo en el pasado. Heraud no fue sólo un "pituco" que se fue al monte para demostrar su "hombría". Bastante hablan sus poemas de su espíritu y su corazón. Otros testimonios dicen otras más cosas de él. No digo que entre estas vidas de personas que consideramos arquetípicas no hayan motivaciones muy humanas, más básicamente humanas y que muchas veces lo explícito esconde sentimientos, fobias, rabias que no emergen a la superficie. Pero en todos y todas está la tensión entre nuestro yo y nuestro superyo. Lo que anhelamos y deseamos y lo que vivimos concretamente desde nuestras más básicas situaciones humanas. El mundo de los deseos y el de las realidades. Estamos hechos de ambas cosas, y muchas cosas más.
La mirada del artículo, si bien nos da luces sobre parte de la humanidad de Heraud nos deja con ideas que me parece caricaturizan a una generación: jóvenes manipulados por el "malo" de Fidel Castro que fueron los que se enrolaron en las guerrillas, y Heraud lo hizo además para demostrar que era hombrecito y que no quería ser más "el punto". Sin duda, Fidel puede haber usado argucias para atraer a esta juventud ardiente, pero había además una juventud ardiente. Puede ser que Heraud haya querido dejar de ser el pituco lorneado, que él podría haber sentido ser, pero estuvo motivado también por otros deseos, sueños y apuestas.
Ojalá se hiciera una biografía de Heraud como "La Vida en Rojo, una biografía del Che Guevara" (1997) escrita por el converso Jorge Castañeda, autor de la "Utopía Desarmada" (1995), ex miembro del Partido Comunista Mexicano que terminó siendo Canciller de Vicente Fox. En esta biografía encontramos aun "Che" Guevara cuyos impulsos vitales están configurados por un gran gusto por la alteridad y un terror permanente a las ambiguedades y matices de la vida que lo obligan a "fugas hacia adelante". Un amor y una atracción por lo diferente y una búsqueda permanente del todo o nada. Pero en medio de todo esto reflexiones y sentimientos de una búsqueda huamana por un mundo mejor.
Interesante lo que se puede discutir de esto. Y perfectamente entiendo porque este texto salió publicado en Caretas. Sería deseable tener otras miradas sobre el asunto.
Alvaro Campana
jueves, 20 de mayo de 2010
ODIO A LOS INDIFERENTES/ Antonio Gramsci
Antonio Gramsci / Odio a los indiferentes
Odio a los indiferentes. Creo que vivir es tomar partido. Quien verdaderamente vive no puede dejar de ser ciudadano y partidario. Indiferencia es abulia, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso, odio a los indiferentes. La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador y la materia inerte en la cual frecuentemente se ahogan los entusiasmos más esplendorosos. La indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa. Es la fatalidad, es aquello con lo que no se puede contar, aquello que confunde los programas, que destruye los planes mejor construidos. Es la materia bruta que se rebela contra la inteligencia y la sofoca. Lo que ocurre, el mal que se abate sobre todos, no se debe tanto a la iniciativa de los pocos que actúan, como a la indiferencia de muchos. Lo que ocurre no ocurre tanto porque algunos lo quieran, sino porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, deja de hacer, deja promulgar leyes que después solo la revuelta hará anular, deja subir al poder hombres que después solo una sublevación podrá derrumbar. Los destinos de una época son manipulados de acuerdo con visiones restrictas, objetivos inmediatos, ambiciones y pasiones personales de pequeños grupos activos, y la masa de hombres lo ignora, porque no se preocupa. Por eso, abomino a los indiferentes. Desprecio a los indiferentes, también porque me provocan tedio sus lamentos de eternos inocentes. Vivo, soy militante. Por eso detesto a quien no toma partido. Odio a los indiferentes.
* Extracto de “La Ciudad Futura”, revista cultural publicada por Antonio Gramsci. 11 de febrero de 1917
viernes, 26 de marzo de 2010
Reencontremos la dimensión Utópica Carta a los amigos Albero Flores Galindo
Carta a los amigos
Lima 14 de Diciembre de 1989
Queridos amigos:
El 2 de febrero pasado fui asaltado sorpresivamente por una dolencia: un glioblastoma multiforme en el lado izquierdo del cerebro. En otras palabras: un tipo poco frecuente de cáncer que por su difícil diagnóstico y ubicación requería un tratamiento fuera del país. Gracias a los amigos pude viajar para tratarme durante dos meses en New York (Presbyterian Hospital). Tiempo después tuve que regresar una semana más a ese mismo hospital.
Imaginarán lo costoso que fue todo esto. A pesar de la buena voluntad de algunos funcionarios públicos, del Seguro Social peruano sólo recibimos promesas, que condujeron a dilatadas reuniones, trámites y pérdida de tiempo. El Seguro Social, además, apenas reembolsaría parte de los gastos. Durante varios meses, casi todos los días, debimos ir a una y otra dependencia, buscar los papeles. Parte de nuestra documentación se perdió, el resto daba vueltas por las oficinas y tontamente nosotros también. Este engañó lleva ya 10 meses. Estuvieron a pesar de todo, amigos y excepcionalmente algunos dirigentes nacionales que efectivamente quisieron ayudar, pero después de casi un año no pudieron pasar de la intención. Esto, sin embargo, es lo que más vale. El mío no es un caso excepcional. Al Seguro Social no le interesa ayudar a nadie, dificulta intencionalmente los trámites y la atención. El Estado y su burocracia no sirvieron, hasta ahora.
En cambio los amigos sí. Por ellos pude viajar, hacer que me atiendan y enfrentar los males. La amistad aquí no es sólo una abstracción. Es un sentimiento cotidiano y efectivo. Sin la intervención espontánea de mis amigos no podría estar refiriendo esta historia, que me mostró la riqueza de la amistad. Experimentar eso que llaman ser solidarios. Muchos intervinieron e inmediatamente armaron un gran movimiento de solidaridad. Hubo desde quienes aportaron muy elevadas cantidades, hasta quienes las monedas que tenían en el bolsillo. Otros, sus visitas. Algunos sus palabras. Estuvieron también esos niños a quienes a se les ocurrió llegar con sus propinas. Más importante fue verles y compartir su afecto. Lo más movilizador fue la amistad. Conocidos y desconocidos de fuera y dentro del país han intervenido. De España, Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos llegaron colaboraciones. Con ellos me he sentido no sólo peruano, sino parte de todos los sitios. En estos momentos en el Perú cuando todo parece derrumbarse, cariño y solidaridad me mostraron otros rostros del país. Hubiera querido agradecer personalmente a cada uno.
No importa que no se haya podido derrotar al cáncer. Perdí. Perdimos. El final es ineludible. Me aguarda –tarde o temprano, en semanas más o menos– la muerte. Pero lo trascendente es el despliegue de apoyo que aún sostiene mi tratamiento y mi familia, que acompaña a Cecilia, Carlos y Miguel en los momentos más difíciles. La solidaridad fue moral y económica. Los amigos llegaron incluso a vigilar mi recuperación en el hospital, apoyaron a mi esposa, atendieron y cuidaron a mis hijos. Mi familia es pequeña, los amigos son muchos. He debido rectificarme, dejar a un lado mi habitual pesimismo. Descubrir la fuerza de la solidaridad.
Aunque muchos de mis amigos ya no piensen como antes, yo por el contrario, pienso que todavía siguen vigentes los ideales que originaron al socialismo: la justicia, la libertad, los hombres. Sigue vigente la degradación y destrucción a que nos condena el capitalismo, pero también el rechazo a convertirnos en la réplica de un suburbio norteamericano. En otros países el socialismo ha sido debilitado; aquí, como proyecto y realización, podría seguir teniendo futuro, si somos capaces de volverlo a pensar, de imaginar otros contenidos. Esto no es la moda. Es ir contra la corriente. También debemos enfrentarnos a los cultores de la muerte o a aquellos que sólo piensan en repetir las recetas de otros países. El desafío creativo es enorme. ¿Podremos?
Es un desafío, además, donde están en juego nuestras vidas y la edificación del país. ¿Una sucursal norteamericana? ¿Un país andino? ¿Qué hacer con el Perú? ¿Será posible el socialismo?
Hasta ahora, entre 1980 y agosto de 1989, se han producido 17,000 muertes. Asesinatos de propietarios, obreros, desempleados, campesinos. Todos tienen rostros y nombres aunque los ignoremos. Esto ha ocurrido en un país “democrático”, con el silencio de la derecha pero también la inacción de la izquierda. Muchos convertidos en espectadores. No sólo estamos frente a desafíos económicos, sino también frente a requerimientos éticos.
Ahora muchos han separado política de ética. La eficacia ha pasado al centro. La necesidad de críticas al socialismo, ha postergado el combate a la clase dominante. No sólo estamos ante un problema ideológico. Está de por medio también la incorporación de todos nosotros al orden establecido. Mientras el país se empobrecía de manera dramática, en la izquierda mejorábamos nuestras condiciones de vida. Durante los años de crisis, debo admitirlo, gracias a los centros y las fundaciones, nos fue muy bien y terminamos absorbidos por el más vulgar determinismo económico. Pero en el otro extremo quedaron los intelectuales empobrecidos, muchos de ellos provincianos, a veces cargados de resentimientos y odios.
En definitiva lo que nos resultará más costoso es haber separado moral de cultura. Socialismo es crear otra moral. Otros valores.
A pesar de algunos intentos y ciertos personajes minoritarios, hemos convivido con el despliegue del autoritarismo y la muerte. La mayoría de los intelectuales y demasiados dirigentes políticos de izquierda, hemos perdido la capacidad de vivir y sentir la indignación. Supimos de tantos enfrentamientos como el de Molinos en el que entre los subversivos no hubo presos, ni heridos, sólo 62 muertos de los que el MRTA sólo reconoce 42. Estas son ejecuciones. Nadie protestó, reclamó, denunció, se indignó. Esta es una pérdida de moral en la izquierda. Como este hay muchos otros casos. Nos hemos acostumbrado a vivir así. Nadie se atreve a decir que hay gran cantidad de muertos, ejecutados inocentes por las fuerzas represivas. No se lo puede decir en público, sin romper y colocarse fuera del “orden democrático”. Pero si no lo dicen todo empeora. Puedo decir todo esto con tranquilidad y sin miedo. No temo lo que me puedan hacer. No deberíamos aceptar el armamentismo que nos quieren imponer. También nos hemos acostumbrado a los crímenes del otro lado. En este clima no nos asombra que se quiera hacer proyectos de paz y desarrollo imponiendo el orden de las fuerzas armadas. Imposición de los dominadores.
No creo que haya que entusiasmar a los jóvenes con lo que ha sido nuestra generación. Todo lo contrario. Tal vez exagero. Pero el pensamiento crítico debe ejercerse sobre nosotros. Creo que algunos jóvenes, de cierta clase media, tienen un excesivo respeto por nosotros. No me excluyo de estas críticas, todo lo contrario. Ha ocurrido sin discutirse, pensarse y menos, interrogarse. Espero que los jóvenes recuperen la capacidad de indignación.
Estos problemas ya han sido planteados, aunque sin éxito, en otros sitios y tiempos. Fue el caso de los populistas. Nombre para diversas corrientes que aparecieron en Rusia y otros países de Europa Oriental desde mediados del siglo pasado. Al principio enfrentados con Marx, quien luego admitió la posibilidad de otra vía al socialismo que no implicara la destrucción del mundo campesino. Hasta allí llegó. Los populistas a su vez, se diversificaron y enfrentaron entre sí. Desde los legalistas hasta los que perfeccionaron la práctica del terror. No tuvieron una sola línea y son vigentes por los problemas que percibieron y las respuestas y polémicas que desarrollaron. Planteados los problemas siguieron presentes hasta cuando, tiempo después, se eliminaron todas estas discusiones con los muchos desaparecidos o muertos por el estalinismo.
En el Perú sólo hemos pensado en una tradición comunista, olvidando a quienes fueron derrotados pero que quizá planteaban caminos que pueden ser útiles para discutir. No buscar otra receta: hacernos una. En todos los campos. Insistir con toda nuestra imaginación. Hay que volver a lo esencial del pensamiento crítico, lo que no siempre coincide con mostrarse digerible o hacer proyectos rentables. Es diferente pensar para las instituciones que hacerlo para los sujetos.
El socialismo no debería ser confundido con una sola vía. Tampoco es un camino trazado. Después de los fracasos del estalinismo es un desafío para la creatividad. Estábamos demasiado acostumbrados a leer y repetir. Saber citar. Pero si se quiere tener futuro, ahora más que antes, es necesario desprenderse del temor a la creatividad. Reencontremos la dimensión utópica.
El socialismo en el Perú es un difícil encuentro entre el pasado y el futuro. Este es un país antiguo. Redescubrir las tradiciones más lejanas, pero para encontrarlas hay que pensar desde el futuro. No repetirlas. Al contrario. Encontrar nuevos caminos. Perder el temor al futuro. Renovar el estilo de pensar y actuar. Lo que resulta quizás imposible sin una ruptura con esos izquierdistas excesivamente ansiosos de poder, apenas interesados en lo que realmente sucede.
Sospecho que no hay tiempo indefinido. Desde el siglo xvi, las culturas andinas excluidas y combatidas, han podido resistir, cambiar y continuar. Fueron derrotadas al terminar el siglo xviiii. Desaparece entonces la aristocracia andina, se combate a la sociedad rural, se deporta y extermina a sus miembros. Sin embargo subsistirá el mundo campesino. En el siglo xx nuevos enfrentamientos. Primero a principios de la década de 1920, después alrededor de 1960 y ahora. El capitalismo no necesita de ese mundo andino, lo ignora. Se propone desaparecerlo. Sobre todo ahora que tenemos nuevamente un discurso liberal, repetitivo y dirigido contra las formas de organización tradicionales. Dispone de instrumentos y posibilidades que antes no tenía.
Esto ha sucedido en otros lugares, pero aquí no es inevitable destruirlo.
Hay que proponer otro camino. Fue advertido por José María Arguedas, pero desde su muerte han transcurrido veinte años y nuestro desafío es cómo y de qué manera evitarlo. La respuesta no sólo está en un escritorio. Exigir un cambio de vida. Lo que se proponía Arguedas en El zorro de arriba y el zorro de abajo no era el regreso al pasado sino la construcción de una nueva sociedad, donde:
“Todo eso es para ganar plata. ¿Y cuando ya no haya la imprescindible urgencia de ganar plata? Se desmariconizará lo mariconizado por el comercio, también en la literatura, en la medicina, en la música, hasta en el modo como la mujer se acerca al macho. Pruebas de eso, de lo renovado, de lo desenvilecido encontré en Cuba. Pero lo intocado por la vanidad y el lucro está, como el sol, en algunas fiestas de los pueblos andinos del Perú”.(J.M.Arguedas, El Zorro de Arriba el Zorro de Abajo, Lima, Editorial Horizonte, 1983, p. 22.).
Esto fue un proyecto formulado hace veinte años y que ahora requiere que quienes se dedican al marxismo y las ciencias sociales continúen con ese proyecto pensando en el futuro. Los científicos sociales no lo piensan hasta ahora suficientemente. No hay que limitar el horizonte del pensamiento a cosas locales. Ese libro de El zorro de arriba y el zorro de abajo, en contra de lo que podía suponerse, no se refiere a problemas locales, sino que aborda el conjunto de la sociedad para incluir propuestas alternativas.
Fue hecho hace veinte años, repito. Sin embargo la izquierda no ha podido todavía responder a este desafío. Tiene miedo ahora de enfrentar el futuro. En un país como este la revolución no sólo reclama reformas sino la formación de un nuevo tipo de sociedad. En el país se ha comenzado a discutir el lugar de los campesinos, colocándolos no sólo como anécdotas, sino pensados como protagonistas. Hay que discutir el poder, entonces no hay que discutir la producción y los mercados, sino también dónde está el poder, quiénes lo tienen y cómo llegar a él. Cuestionar el discurso liberal. Los jóvenes lo pueden hacer. Muchos somos viejos prematuros.
* * *
La derecha avanza en todos los terrenos. Quisieran estar listos militarmente. También dan la ilusión de un nuevo discurso. Un discurso en realidad cínico, que tiene tras suyo muchos muertos. Pero esa derecha sigue siendo una suma heterogénea de individuos con intereses particulares, muchas veces demasiado vinculados al exterior. Tampoco tienen sólo un proyecto. Por el contrario. Aparte de las discrepancias hasta ahora no asumen la construcción de una sola alternativa. Mientras tanto, para ser admitidos, esos izquierdistas que frecuentan más las recepciones que las polémicas y cultivan los buenos modales, se visten a la medida. En otro lado de la ciudad, las marchas, los enfrentamientos callejeros, largos, agresivos se han vuelto frecuentes. Reclaman respuestas urgentes. ¿Las buscamos?
La cuestión se plantea sólo como el dilema entre quienes admiten la violencia y quienes optan por la vía legal. Así como hace falta una nueva alternativa, es necesario pensar el camino. Algunos creen que hay recetas ya establecidas y que apenas tienen que aplicarlas. Cuando las revoluciones han tenido éxito no ha sido así. Todo lo contrario siempre han sido y serán excepcionales.
El socialismo en el poder comenzó sorpresivamente en 1917, hace sólo setenta años. Apareció apenas terminada la primera guerra mundial en un país y en un lugar que se suponía uno de los espacios más atrasados, donde no se produciría uno de estos cambios sustanciales. Sin embargo, allí surgió el socialismo que, años más tarde, después de la segunda guerra mundial se expandiría a otros territorios, al Asia, al África. La empresa capitalista en cambio lleva ya algunos siglos de expansión. Las puertas al socialismo no están cerradas, pero requiere de pensar otras vías. Una tercera, cuarta, quinta forma. Un socialismo construido sobre otras bases, que recojan también los sueños, la esperanza, los deseos de la gente. Uno en el que se de cabida también a estas necesidades.
Se requiere de los intelectuales. Pero insisto, lo lamentable que es el desencuentro entre ellos y la militancia política. Aquí también hay una responsabilidad de quienes han estado demasiado preocupados por la lucha inmediata, la imposición de una secta, la disputa del poder minúsculo. Así se envejece. Será muy difícil que estemos a la altura de las circunstancias. Pero no todo está perdido. Pueden aparecer otros personajes. Además ya tenemos hijos. Ojalá pierdan admiración y respeto esos jóvenes, y asuman lo que no ha podido ser hecho. Pasar cuarenta años en este país es haber hecho demasiadas transacciones, consentimientos, silencios, retrocesos. Domesticados.
Algunos imaginaron que los votos de izquierda les pertenecían. Pero las clases populares piensan, aunque no lo crean ellos. No dan cheques en blanco. Recordemos como fluctúan las votaciones. Los pobres no les pertenecen.
Pero el socialismo –insisto– exigirá para su futuro un cambio radical en el discurso. Revolución no es sinónimo sólo de violencia. Hace falta proponer una nueva sociedad alternativa. Ahora es un poco tarde. En toda revolución hay siempre un sector demasiado radical que aparece al final. Aquí el desarrollo de los acontecimientos ha sido diferente. Ha surgido primero y, no obstante empezar desde un sector reducido, ha conseguido seguir existiendo y hasta incrementar el número de sus seguidores. Ha aparecido un sector demasiado radical, que ha derivado en el fanatismo, el sectarismo y el crimen. Ha conseguido funcionar y a lo menos tener un relativo éxito en ciertas regiones. Con el tiempo se ha ido tornando más sectario y su acción política ha derivado en una práctica contaminada con lo criminal. Son capaces de eliminar a dirigentes populares, como hace la derecha. ¡Qué horrible! ¡Esta gente que era de izquierda! Y los demás no se lo recriminan. Guardan también silencio.
Aquí –como más o menos en otros espacios– no se puede predecir y anunciar el futuro. El futuro no está cerrado. Si doy esa impresión me corrijo. No hay una receta. Tampoco un camino trazado, ni una alternativa definida. Hay que construirlo, resultado de los múltiples factores: la experiencia de la izquierda, los discursos del pasado, los nuevos problemas. Ahora en el Perú hay demasiadas posibilidades contrapuestas. Los enfrentamientos son más duros con enormes costos en vidas, pero los caminos siguen apareciendo. No es frecuente pero queda también la posibilidad de un socialismo masivo, revolucionario pero sin asesinatos.
En estos momentos podemos dividir el espectro político del país básicamente en tres. Tenemos de un lado a la derecha, aglutinada y representada por el Fredemo, aparentemente homogéneo, en realidad con diversos intereses que pugnan al interior. Tenemos también a Sendero Luminoso y al MRTA, uno transitando a la acción criminal, y el otro insuficientemente creativo y sin propuesta social. Está también la izquierda unida en el centro, entre uno y otro. Esta izquierda oficial empeñada en participar en las elecciones y en los mecanismos tradicionales de poder, se aleja del movimiento popular, es étnica y culturalmente distante de las mayorías populares. No puede sentir como ellos y no los incorpora en los cargos dirigenciales. Pero no es tampoco homogénea. De una izquierda que hace algunos años se pensaba toda revolucionaria se han ido desgajando y delimitando algunos sectores. Uno transita hacia la derecha o el Apra. Aparentemente la mayoría quieren persistir tercamente en el centro. Se empeña en las reformas. Muy pegado a ellos hay también un sector, más pequeño que quiere ser revolucionario, no criminal, que quiere remover las estructuras, no reformarlas, que empieza a plantearse el problema de la construcción de un socialismo original. Todavía no existe una alternativa revolucionaria diferente cuajada. Requiere esfuerzo de creación, están allí sus elementos pero no puede crecer liderada por profesionales de clase media.
No repetir, crear otro tipo de dirigente. Dar cabida a otros sectores sociales y a los jóvenes. Ellos no deben seguir haciendo lo mismo, no pueden seguir pensando como hace veinte años. Las cosas han cambiado.
Hay quienes sienten su urgencia y quienes piensan que tienen tiempo. Es más no es sólo un problema de tiempo, Hay también uno geográfico. Las posibilidades de acción política son diferentes según las regiones del país. Los problemas no se pueden pensar igual desde Lima, desde Ayacucho o la región central.
No se tome todo esto como una crítica por alguien –insisto– que se imagina por encima. Todo lo contrario. Es en parte una autobiografía. Termino evitando ponerme como ejemplo de cualquier cosa. Lo cierto es que, como en pocos sitios, hemos sido una intelectualidad muy numerosa, pero a la vez poco creativa. Incapaces de dar a nuestro propio país la posibilidad de un marxismo nuevo. Intelectuales y políticos ignoran el pasado, la historia, lo que han sido. Demasiado modernos. Incapaces de elaborar un proyecto. Todos son mis amigos. Insisto que mientras en muchos otros países latinoamericanos el socialismo ha sido destruido, aquí sigue vigente. Todavía. A pesar de estar arrinconado. La izquierda se divide. La mayoría, en estos momentos, parece derechizarse. Pero también está esa minoría que se radicaliza. Hay una posibilidad de izquierda en todo esto, pero debe tomar forma.
Muchas gracias a todos los amigos y desde luego, sobre todo, a quienes discrepan conmigo. Siempre mi estilo agresivo pero no anula el cariño y el agradecimiento con todos ustedes, más aún con quienes más he discutido. Discrepar es otra manera de aproximarnos. Y desde luego cuando acudieron a ayudarme no les interesó saber que posición tenía en la cultura o en la política.
Un abrazo.
¡Qué buenos amigos!
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